Cancelo las historias de antiguas entradas, donde parecía
que los demás estaban en mi contra… Atravesando
los espacios más ocultos y oscuros de mi
mortalidad, acepto lo "inaceptable"; no fueron, fuimos, fui. Destaco esta verdad, que no se acepta fácilmente,
porque todos quieren un culpable (era tan triste siempre, encontrar a los
culpables y guardar rencor), ahora entiendo, no soy víctima de nada ni de
nadie, aunque eso era tan cómodo y a la vez desgastante. Si me mientes es porque yo me miento, y si tú no
fuiste confiable, es porque no lo fui para mí misma, me sentí sin apoyo, porque
siempre lo exigí en los otros, antes de forjarlo en mí. Ahora comprendo mejor algunas leyes que rigen
al Universo, y el primer paso para aplicarlas y aprender de la repuesta es ser
consciente de tu divinidad o al menos de tu responsabilidad.
Y algo muy valioso a recordar es que no estoy sola.
No estás sola/o
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