domingo, 27 de julio de 2014

Fases




No es necesario hablar en voz alta, en situaciones como estas basta sentir nada más. A veces la conversión tiene un modo burlesco de proceder. Vivir el presente, no pensar en el pasado ni en el futuro, acaso ser libres del tiempo y las responsabilidades, algo que muchos quisiéramos, pero a qué costo… incluso el extremo en ese caso es casi despreciable y a la vez una gran lección, que aún no comprendo del todo. Mejor será aceptar la vida que nos toca o tomar conciencia que si se puede transformar sin dañarnos a nosotros mismos, no es necesario sufrir, no es necesario luchar, no es necesario ser un mártir, no es sano aguantar. Me hubiese gustado que antes aprendiera las ventajas de ser uno mismo, no la “angustia” como se dice en cierta canción. Y es muy necesario decirlo todo, podríamos haber conversado sin su dolor y sin mi juicio.

Las veces de hablar en voz alta te hicieron más fuerte, el silencio sin deseos nos ha hecho descubrir un nuevo mensaje: no saber quiénes somos… eso también puede ser una clase de felicidad, al menos ya no buscar, sólo descubrir a cada instante, muchos lenguajes tiene la realidad.