Yo sé que hay cosas que son muy importantes en la vida, cosas trascendentales para la humanidad y de eso justamente es de lo que no se trata esta entrada. Hace un rato vengo creyendo que... y advierto lo autorreferente que seré.... es que no sé si se han dado cuenta que cada uno se parece a un animal, o al menos se identifica con alguno, por lo menos uno, por su apariencia o psicológicamente. A ver, primero aclarar que me gustan algunos animales por sobre otros. Me gustan los caballos, incluyendo unicornios y pegasos; los koalas, los perezosos, por la razón que su nombre indica y por atributos físicos, también los hamsters y animalitos con esa apariencia tierna-juguetona.. aaah y los osos pandas ¡¡quién no ama a los osos pandas!!
Pero hay otro animal que siempre me gustó y que de hecho quería tener para cuidar. Tan grande fue mi deseo que un día mi querida Mariel me llama y dice que me dará en adopción a la eriza de tierra de su hermano, quien ya no podía, o no quería, cuidarla. De esta manera acogí a la Espinaca, y aprendí mucho de estos animalitos, desde ahí ya venía pensando la idea que aún no les cuento; lamentablemente, quién sabe porqué, aunque tengo mis sospechas contra un veterinario, ella murió... y sufrí, pero bueno, no es eso lo que les quiero contar, a pesar de que ya lo escribí.
En estos momentos y de nuevo, gracias a la Mariel, tengo una pequeña eriza de tierra, se llama Tiga Ortiga, y gracias a ella es que ahora me doy cuenta que soy una suerte de eriza-humana, y no es por las espinas, porque la verdad mi pelo es delgado, tiene rizos y no daña a nadie, a no ser que lo sacuda y le lleguen las puntas a los ojos de un/a desafortunado/a, así que eso queda más o menos descartado, tampoco es por la boquita puntiaguda, ni porque coma insectos, aunque cuando era chica reconozco haber probado el sabor externo de un chanchito de tierra, pero eso es otra historia, además que tampoco he seguido probándolos, por si se están formando una imagen extraña de mí. En lo que si me parezco es en una serie de aspectos o acciones que la denominan a ella como "eriza" y que me denominan a mi como "Ema", y eso que yo no le copié a la Tiga, yo era así de antes, tampoco creo que la Tiga me haya copiado a mí porque la Espinaca tenía también esas costumbres. Por ejemplo:
-Son seres muy nerviosos; les alteran los sonidos muy estridentes..
-Son poco sociables, por no decir solitarios.
-Prefieren la noche, es ahí cuando están más activos, hasta se escapan si tienen las mínimas posibilidades para hacerlo, y no es que me parezca exactamente en eso, porque no ando saltando las ventanas para irme de la casa, pero si soy activa de noche, demasiado para lo normal en mi especie (quizá esté exagerando).
-Son muy friolentos, necesitan de cierta temperatura o tiritan y pueden morir, de hecho el otro día, cuando aún no le tenia una casita de madera para que durmiera con sus mantitas de pólar, la noté extraña entonces la tomé y estaba heladita porque había mojado su pólar, así que se lo cambié por uno seco y le puse un guatero, no creo que yo llegue a morir, como puede ocurrirle a ellos, porque aquí se prende la estufa en invierno y tengo cama con frazadas, y mi mamá me teje chalecos y gorros, pero sí que soy friolenta y no funciono con frío.
-Les gusta la palta, y no sé si a todos los erizos, pero la Espinaca la amaba y a la Tiga le encanta, igual que a mí.
-Cuando duermen se hacen bolita, y esto es lo más curioso, cuando yo duermo también me pongo así, la gente se sorprende y dice "¡cómo puedes dormir así!"... para mi es lo más cómodo, hacerme bolita para mí es natural.
Todo esto era algo que debía escribir, y por si no conocen a los erizos aquí hay fotos, no se llaman puerco espín, esos son otros animales, tampoco son roedores, no son ratas con púas. Los erizos son animales exóticos, extraños, extravagantes, excéntricos, más de alguien podrá sentirse identificada/o como me siento yo.
