sábado, 30 de mayo de 2020

Vivir el presente


YA DESCUBRÍ UNA MEJOR RESPUESTA…

Hace años caminaba por Providencia, con mi papá, después de matricularme en una academia de Yoga. Conversábamos, yo le hablé sobre “vivir el presente”. Si no mal recuerdo, en ese tiempo él estaba deseoso de abandonar su trabajo de tantos años donde no era feliz, pero no se atrevía por costumbre, por sentirse obligado, por no saber qué hacer después… por miedo básicamente; el único gran enemigo de toda felicidad.

Le dije que debíamos VIVIR EL PRESENTE. Ahora siento que lo dije como una frase hecha, aunque aplicaba en respuesta a su relato, ya que no importaba realmente si llevaba muchos años trabajando en lo mismo, lo importante era que AHORA él ya no se sentía bien viviendo ese rol. Entonces él me dijo en broma, como acostumbraba a relacionarse (no recuerdo exactamente su frase, pero algo como esto…) “Ah, entonces me quedo así, sin hacer nada, y sin pensar en lo que debo hacer mañana” sonriéndome. Quizá le dije que no se trataba de eso, y no sé que más… porque siento ahora, en perspectiva, que si bien yo entendía esa frase, no la practicaba realmente, ni la podía transmitir, porque no estaba plasmada en mí. Me sirvió en su momento para entender alguito de toda esta trama de leyes universales. Aunque no la entendiera del todo. HOY, hoy la acabo de comprender con sabiduría y conciencia. Mi papá vivió en sí mismo esa frase, más o menos un año después de esa conversación… 


Esto le transmitiría si pudiera conversar nuevamente con él:

Vivir el presente no es lanzarse al vacío (eso pude haber pensado en el pasado) se trata más bien de preguntar, escuchar y confiar en lo que dicta tu guía interna; llámale intuición/conciencia superior/Ser Real/mente recta/Espíritu Santo. No es abandonarse a la suerte del mundo y ser impulsivo o arriesgado (visión del ego) es justo lo contrario, es aquietarse y en serena calma aguardar una respuesta para la siguiente acción que estará libre de expectativas, solo será lo que de verdad es, un propósito mayor que alcanza a tocar a todos desde el Amor. Sin planear desde la mente que ve dualidad, sino que desde la Mente que mira más allá de tus ojos físicos, que solo te da armonía y bienestar, pero hay que confiar, porque a veces la mente errada tiende a ser impaciente, es ahí donde hay que entrenarse en el hábito de aprender a escuchar al verdadero guía.

Se logra practicando la meditación; comunicación con tu parte divina, sincronizándote a estar receptivo, empezar a entender las señales, que no son casualidades. Aprender a conocerse y hacerse caso, cumplir la palabra, pero no hacer planes desde el miedo, siempre desde la apertura mental a recibir la verdadera respuesta, que no viene de tu ego, sino que de algo que te conviene acatar porque solo quiere que estés bien, tú por ti mismo no puedes decidir ni planificar, tú como individuo terrenal con prejuicios, miedos y culpas, pero tu parte divina sí sabe lo que te conviene, elegir esa voz es la opción del triunfo sin contratiempo.



Este es el texto que me inspiró

https://descubriendouncursodemilagros.com/leccion-135/

11. La mente que ha sanado no planifica. Simplemente lleva a cabo los planes que recibe al escuchar a una Sabiduría que no es la suya. Espera hasta que se le indica lo que tiene que hacer, y luego procede a hacerlo. No depende de sí misma para nada, aunque confía en su capacidad para llevar a cabo los planes que se le asignaron. Descansa serena en la certeza de que ningún obstáculo puede impedir su avance hacia el logro de cualquier objetivo que sirva al plan mayor que se diseñó para el bien de todos.