sábado, 28 de diciembre de 2013

El legado de mi Luigi *-*


"Después del supremo inventario
mirar que no encaja tal pieza
es dato que rompe el armario
y más, la cabeza". Silvio Rodríguez

 

Mi Luigi, mi amor gatuno más importante, por ser el primero a quien le entregara mi corazón ronroneante sin saber mucho de esa capacidad.  
Él, un gatito pequeño de dos meses, abandonado (como todos los gatitos a los que he amado y que sigo amando) llegó un 17 de Diciembre de 2012, iba a cumplir un año en nuestro hogar, siendo parte importante de nuestra familia, pero desapareció el 8 de Diciembre de 2013, lo extrañamos desde aquel día, nadie sabe donde está, si se perdió, se fue por gusto, aunque no creo porque estaba castrado, o le ocurrió algo desgraciado, lo cual prefiero no creer.  Mi mente me ha defendido bastante, con mecanismos de defensa tales como racionalización "seguro alguien se lo dejó, porque lo vió bien cuidado, por su pelaje brillante".  
Luigi sólo trajo enseñanzas a los seres que habitamos esta casa, todos aprendimos a amar un poco más del límite que estábamos acostumbrados.  Ignorantes del afecto hacia los gatos y del afecto de los gatos hacia nosotros. Al demostrar su ser, comenzamos a encariñarnos.  Cuando llegó era un curioso ronroneador, le gustaba ser acariciado, era muy juguetón y amistoso. Ahora que tenía más de un año, continuaba con esas cualidades, aunque más independiente, dueño de los techos.  Siempre que él veía a un gato deseaba acercarse y ser su amigo... podría hablar infinitamente de todo el legado sentimental y espiritual que me dejó su presencia, pero quiero decir que gracias a él me involucré en una "misión" que siento que debo cumplir, "karma yoga" diría cierto profesor o acción desinteresada.  Una especie de "deber" a ejercer, que no es mi responsabilidad, que no me concierne y que perfectamente podría dejarle esa tarea otra persona... pero me siento muy comprometida y es algo difícil de explicar, sólo es algo que me nace y que si no lo hago siento que estoy actuando mal.
Me explico mejor, el 18 de Septiembre de este año, apareció Purpurina y sus tres gatitos recién nacidos abandonados en una caja (Esta es la entrada donde aparecen sus fotos).  Teniendo la experiencia de Luigi y su hermana Laura (Si pinchas aquí conocerás mejor su historia) decidí hacerme cargo, era para mí, imposible dejarlos en la calle.  De nuevo tuve que luchar con los miedos de mi mamá, hasta que me dejaron traerlos, con el compromiso de buscarles adoptantes responsables, hice todos los movimientos pertinentes hasta que le encontré hogar a cada uno, con un cuestionario de pre-adopción, cada adoptante quería a consciencia un gato, ellos lo buscaban, uno de los gatitos, Brownie, el único macho, se fue a la casa de mi novio donde tiene varios amig@s human@s, canin@s y felinas para jugar, y Purpurina fue adoptada por mi familia.
De esta forma todos obtuvieron su respectivo hogar, yo me encontraba satisfecha con los resultados, me alegra demostrar que si se pueden rescatar gatos de la calle y cuidarlos por un tiempo hasta que aparezca una persona o familia que los quiera adoptar, me llena de alegría que así sea y deseo que esto sirva para las personas que pasan de largo cuando ven que al lado de su casa hay una caja de cartón sosteniendo la vida de gatitos indefensos, es complejo involucrarse, pero se puede y es posible ubicarlos en un ambiente seguro.
Y como leí una vez en no se que libro, fue algo que me quedó grabado (creo que fue El Alquimista) "si pasa dos veces, de seguro pasará una tercera" así fue, el 6 de Noviembre de 2013 (año de gatos para mí) aparece una caja con 3 gatitos abandonados, encontré a uno en mi vereda, llegando a mi casa, lo tomo y lo entro, y mi mamá que seguía con sus miedos dijo que esperaba  que yo no me diera cuenta de ellos, fue chocante, y una nueva lucha para que me dejaran cuidarlos.  Estaban enfermos, con garrapatas, algo muy raro en gatos.  
Cuando se sanaron del maltrato, se convirtieron en seres ronroneadores, agradecidos, seres amorosos, al contrario de cuando los encontré, que estaban muy asustados, bufando a los gatos que estaban en la casa y entre ellos mismos.  Tenían alrededor de 3 meses de edad, un mes después los adoptantes de dos de ellos aparecieron como caídos del cielo, por arte de magia, sin que yo publicara algo en Internet, realmente fue algo inesperado y muy positivo, pues las dos personas querían tener un gato.  
Aún no entiendo las maneras duras que tiene la vida para cambiarte las cosas, pero esto ocurrió en el tiempo en que Luigi no volvió.  Hace tiempo venía pensando en que ya sería un año desde el día en que lo encontré tan chiquitito e indefenso, pensar que ahora era "todo un gato" elegante.... pensar que a veces estamos tan seguros de contar con la presencia de los seres a quien queremos, que es muy normal hacer planes para el futuro o creer que "mañana también estará" y a veces no es tan así, porque a sólo unos días de que se cumpliera el aniversario de su llegada se elimina toda esa idea y se torna a una idea de incertidumbre "¿Dónde estará?" "¿Estará bien?" "¿Volverá algún día?" "¿Qué le pasó?"...y no sabes si se podrá responder alguna de esas preguntas un día, no puedes saberlo.
Entonces de nuevo debo enfocar mi pensamiento, mirada y atención al momento presente, ser consciente de que no sé que pasará mañana, por tanto debo aprovechar de amar todo lo que pueda hoy, ahora.
Como sólo quedó uno de los gatitos al final mi mamá aceptó que nos quedáramos con él, ella ya lo ama, después de que decía que era difícil que alguien los adoptara, ironías del destino, lo bauticé como Frapu y su personalidad es parecida a la de Luigi, él y Frapu hubieran sido buenos hermanos, lo sé porque las veces que Luigi interactuó con ellos, era para jugar y lengüetearlos, símbolo de aceptarlos como familia.
Mi hermoso Luigi es así, de esos seres que te cambian la existencia y le dan un propósito a las acciones de la vida, gracias a su encuentro conmigo.

"El tiempo está a favor de los pequeños" Silvio Rodríguez


Luigi y Brownie 
Portada de mi nuevo blog RRONRONEARTE

Frapu





Hermanitos de Frapu
Azul y Lola


Luigi pequeñito


Luigi cuidando a mi hermano *-*

 Luigi, Nieve y Purpurina




lunes, 16 de diciembre de 2013

LA ERA ESTÁ PARIENDO UN CORAZÓN

LA ERA ESTÁ PARIENDO UN CORAZÓN

Le he preguntado a mi sombra
a ver como ando para reírme,
mientras el llanto, con voz de templo,
rompe en la sala
regando el tiempo.

Mi sombra dice que reírse
es ver los llantos como mi llanto,
y me he callado, desesperado
y escucho entonces:
la tierra llora.

La era está pariendo un corazón,
no puede más, se muere de dolor
y hay que acudir corriendo
pues se cae el porvenir.
En cualquier selva del mundo,
en cualquier calle.

Debo dejar la casa y el sillón,
la madre vive hasta que muere el sol,
y hay que quemar el cielo si es preciso
por vivir.
Por cualquier hombre del mundo,
por cualquier casa.



Silvio Rodríguez






domingo, 15 de diciembre de 2013

Dime algo que no sepa

Podría hablar de lo contenta que estoy porque dos de los tres gatitos que rescaté ya tienen hogar, o de lo frustrada y triste que me siento por dentro, al ver que no aparece mi gato Luigi desde hace una semana. O quizá debí escribir hace dos semanas de lo equilibrada que estaba mi vida por tener tanto amor por diferentes vías.



Hoy no quiero hablar ni de penas, ni alegrías, más bien sobre un rechazo que guardo silenciosamente hacia ciertos comentarios...
De mí puedo contar tantas cosas!! Soy insegura, soy introvertida, me cuesta ser el centro de atención, intento hacer arte de la mejor forma que puedo; con detalles, con sutileza, con técnica.  Mi naturaleza va por el lado de la invisibilidad, que sea bailarina no significa que me crea la gran cosa, tal vez solamente el poquito necesario para pararme en un escenario y danzar... también puedo decir que amo bailar, crear, expresar la música, no así mis emociones de una manera descubierta ante un público, por eso escribo "poemas", no soy de esas personas que gritan de felicidad o de las que necesitan que todos sepan que les pasó algo malo, todo mi mundo emocional y sentimental se encuentra en mi interior, y eso me ha traído más de una crítica, porque a la gente le gusta que tu muestres sonrisas (sin importar si estás realmente feliz) al menos haz creer que eres una mujer risueña y sensual, porque si no lo demuestras quiere decir que no lo eres, esa es la lógica impuesta, "sé lo que los demás quieren que seas", pues bien, a veces las personas somos complejas, y la norma no nos representa.  Soy una bailarina seria, en todo su significado, me tomo la danza con seriedad, con compromiso, y cuando me planto en un escenario me cuesta sonreír... no sé cuál es el mecanismo que produce ese estado, algo psicológico de seguro, creo que no siempre fue así, pero me sale así, y es torturante que te lo saquen en cara cada vez que pueden, porque no es como decir "corrige tus brazos" "cuida tu postura corporal" "no hagas siempre los mismos pasos" "no ocupes los giros ni los brazos como muletilla" o "mueve más las caderas y el vientre (ya que es danza del vientre)" Si fuesen todas esas críticas podría transformar mis errores, pero no es algo de ese estilo, es algo más sutil, lo sutil siempre es complejo, no se trata de algo físico, más bien de algo mental, entonces no pueden decirme simplemente "sonríe" porque no es así de sencillo, y tampoco es que eso me condene a una vida sin ser tomada en cuenta como artista, claro, no debe ser muy bueno que yo no sonría, pero al menos me enfoco en realizar un buen desempeño corporal, no es que siempre lo logre, pero me dedico a intentar mover bien las caderas, a disociar, a no hacer lo trillado, a demostrar con el cuerpo, si al final la danza es más eso que lo otro, y sería perfecto que yo manejara ambos aspectos, pero no es así.
 Entonces, a quienes me han dicho "sonríe" yo les diría que hicieran su desempeño conservando los rasgos más característicos de esta danza, que la hace ser tan extraordinaria, ese magnifico control de caderas y los asombrosos movimientos del vientre.  Yo intento evolucionar, no lo haré al ritmo de otros, pero que esas personas también evolucionen y que velen por sus propios resultados, que no discriminen y que si pueden den la oportunidad de desenvolverse más que sólo pensar que ellos son casi perfectos y a uno le falta un montón.

*Actualización: Alguien del público le comentó a mi profesora que le había gustado una de las bailarinas, en el último show que tuve,  por los movimientos que tenía y que cuando bailaba no se le movía ni un músculo de la cara, mi profesora supo que se refería a mí y trató de excusarse diciendo que era algo en lo que estaba trabajando, esa persona le dijo que no se refería a eso como crítica, de hecho le encantó que así fuese.
 De todas formas sigo siendo incomprendida, pero algo es algo.