lunes, 10 de agosto de 2015

Escindir

 



He comprendido que me resulta difícil tener amigas, justo cuando empiezo a confiar y entablar conversaciones más profundas me doy cuenta que no debo ser tan ingenua, al momento de hablar de lo que he logrado, pasa un corto tiempo y esa persona quiere lograr lo mismo, lo cual no me molestaría, si es que no fuera en las mismas circunstancias, con formas casi iguales, utilizando algunas palabras similares a las que salieron de mi mente y "haciendo la competencia". Esto no importaría demasiado si fuesen acciones de personas externas, pero cuando son de tu círculo cercano te das cuenta que no hay ni respeto, ni originalidad, ni empatía, sólo hay el deseo de obtener eso que el otro tiene.  Luego si no resulta eso que al otro le resultó, se notan ciertos gestos de desagrado, mínimos, pero que puedo percibir y luego corroborar con pequeñas acciones descubiertas al público.  Siempre que no he recibido lo que yo he dado, siento unas ganas tremendas de alejarme, y muchas veces ha sido fácil, alejarme de forma tangible, pero en estos momentos hay algo mucho más grande que no me deja escapar de esas personas que siento, no me han tratado justamente, tal vez ni siquiera se hayan dado cuenta, tal vez todo es inconsciente o puede que yo sea muy sensible y con buena memoria.  
También a veces intento confiar nuevamente y me doy cuenta que no se ha cambiado ese aspecto, por eso es mejor estar en silencio con cierta gente, no hablar de tus deseos, sueños o proyectos, no aportar con demasiadas ideas, porque se las apropian, no aportar con nombres, porque también se los apropian, estar callada, sin opinar y pensar muy bien en lo que se dice.  Andar con cuidado, aunque odie no ser libre. 

No hay comentarios: